Hace unos días estuve imaginando la posibilidad de que se pudiera comprobar bajo los estrictos estándares de la ciencia la existencia de cualquiera de los dioses en los que creen las religiones del mundo.No sé cuántas religiones puede haber en el mundo, pero según Wikipedia cualquiera de las 17 principales (sin incluir ateísmo) tiene más seguidores que el 0,02 restante que pertenece a cualquier otra religión marginal, así que es lógico pensar que cualquiera de esas 17 sería la correcta, si alguna de todas las religiones que hay en el mundo lo fuera.
Es muy improbable que exista un Dios con tan escasos seguidores como un 0,01% de la población mundial o incluso menos, y la ciencia tiende a estudiar los escenarios más probables al hacer un análisis serio. Así que, parto de la siguiente premisa:
- Si Dios existe, es muy probable que sea el Dios de alguna de las 17 religiones mayoritarias del mundo.
El problema radica en saber cuál de ellas es correcta. Todas las religiones afirman poseer la verdad absoluta, y la explicación al por qué de nuestra existencia. Es una cuestión tan importante que me resulta sorprendente que nadie se haya tomado de verdad en serio el estudio de una figura teóricamente tan importante como la del creador o creadores del Universo. Sin embargo, hay una forma. Usando el ensayo de doble ciego (o triple ciego, cualquiera es válido) es posible saber minimizando el sesgo si en un grupo está resultando efectiva la medicina comparado con otro grupo al que no se está ofreciendo dicha medicina.
Tomando entonces la religión como objeto de estudio, estuve pensando en todas las aplicaciones posibles de la religión en la vida real de las personas. Como alguien que ha estado practicando con bastante intensidad una religión (en este caso la católica), sé que la inmensa mayoría de religiones (si no todas) tienen determinadas oraciones y rezos que sirven para ayudar a la gente. Como también es sabido que rezar por la muerte de alguien o “tentar a Dios”, o cualquier cosa que pueda sonar negativa suele hacer que la deidad en cuestión se enfade y más que ayudar perjudique, he tratado de encontrar un objetivo de buena fe, bondadoso, y para nada perjudicial. Y nada mejor para ello que rezar por los enfermos. La inmensa mayoría de “milagros” que las religiones defienden como intervenciones divinas están relacionadas con gente enferma que sanó espontáneamente por la intercesión directa divina, o algún santo, o algún monje piadoso. Principalmente a través de rezos, aunque también con imposición de manos u otra acción de cualquier tipo totalmente diferente de las actuaciones típicas de la medicina (farmacología, cirugía, etc…).
Entonces he aquí el diseño que propongo para un estudio serio capaz de demostrar sin posibilidad de error la existencia del Dios de cualquiera de las religiones (incluso es posible que existan varios, o que varias religiones adoren al mismo sin saberlo, como las religiones abrahámicas).
He tratado de minimizar factores que pudieran influenciar en la moral religiosa de cualquiera de las principales religiones, o cualquier acción que pudiera ofender a los principios básicos de las mismas. Sólo hay un pequeño problema que expongo más adelante que no sé en qué podría influenciar en los resultados, pero probablemente tenga solución (y estaría encantado de leerla en los comentarios).
- Se toma una muestra aleatoria significativa de personas de todas las culturas, religiones, creencias, países y clases sociales (incluidos ateos, aquí no hay sesgo alguno).
- Se hace una encuesta anónima para averiguar cuáles son las creencias personales de cada uno. Hay que respetar el doble ciego en esta fase, con lo cual el entrevistador no debe saber quién es quién, sino asignar un número a cada uno, que se almacenará en una base de datos con los resultados de la encuesta.
- Se dividen a las personas aleatoriamente en unos 20 grupos, cada uno de los cuales incluirá personas de todas las religiones principales. Nadie sabrá quién es quién y si es posible no permitir que se revelen las creencias de cada uno en los encuentros de cada grupo. Esto permite evitar al máximo el sesgo e iguala los grupos experimentales con los grupos de control, como veremos en los puntos siguientes.
- A cada uno de los grupos se le asignarán una lista de rezos o actuaciones esotéricas de cualquier tipo diseñadas por las más altas autoridades de cada religión. Por ejemplo, en el caso de la religión católica, un grupo escogido por el Vaticano de sacerdotes expertos en rezos y curación de enfermos diseñará una serie de oraciones que estimen oportunas que se desarrollarán a lo largo de un mes o dos, una cantidad de tiempo razonable.
Así igualmente un grupo de lamas escogidos diseñará rezos budistas, así como de imanes, brahmanes, y así de todos los mayores representantes o líderes de cada religión. En cada grupo hay personas que están rezando sinceramente y personas que, quizás, puedan estar rezando de boquilla porque no es su propia religión. Es ovbio que si el Dios de la religión en cuestión no escucha a seguidores de otras religiones aunque recen por él, aun así habrá creyentes originales en el grupo y los escuchará. Y de todas formas, muchas religiones aceptan que personas de cualquier creencia recen a su Dios si la causa es justa. Un musulmán siempre es bienvenido en casi cualquier iglesia católica, por ejemplo, e incluso viceversa en lugares especialmente tolerantes.
- Igualmente, a cada grupo se le asignarán un número determinado de enfermos de cualquiera de las enfermedades existentes incurables por la ciencia actual (SIDA, ciertos tipos de cánceres, enfermedades degenerativas, etc…), asignando preferencia por niños y jóvenes, que suelen ser infinitamente más gratos a los ojos de los dioses, y probablemente tendrán menos “pecados” o “manchas” en el espíritu de acuerdo con la mayoría de religiones.
- Como son 17 religiones las que se están analizando, los 3 grupos restantes (No sé si el número es adecuado, si algún estadístico cree que debería variar, pues simplemente se añaden más o menos grupos) serán los grupos de control.
En un grupo de control normalmente se administra un placebo, en caso de que el objeto de estudio sea un medicamento, así que el mejor placebo en caso de rezo, sería diseñar oraciones o actuaciones que mantengan una apariencia real, pero no pertenezcan a ninguna de las religiones conocidas, sino que sean inventados (sería como rezar por Eru, el dios supremo de Tierra Media, o por R’llor, el dios de la luz de Juego de Tronos, ambos obviamente dioses inventados). Estas personas estarían entonces rezando tan intensamente como el resto de grupos, pero con oraciones obviamente inútiles. Si es necesario, aunque no lo creo, se puede crear otro u otros grupos de control donde no se rezaría en absoluto, aunque no creo que tenga importancia estadística.
- Durante ese tiempo, se evalúa científicamente la evolución de la enfermedad de cada uno de los niños o jóvenes que sabemos que no van a librarse de su enfermedad con la medicina actual. Durante este tiempo, se les aplica el tratamiento de rigor que estipulen los médicos, o el que desee cada paciente o su familia. Incluso si el tratamiento consiste en remedios milenarios y no en medicina moderna. En este caso se va a respetar al máximo el deseo del paciente y de su familia, por lo cual no hay sesgo alguno en este aspecto.
Sabemos que la ciencia no va a curar a esos enfermos, por lo cual no hay tampoco un grave dilema moral en el caso de aplicar el tratamiento médico científico o dejar que las familias decidan. Por eso he escogido enfermedades incurables, porque si se aplicara un tratamiento médico es posible que fuera éste el causante de la curación y habría un sesgo muy importante respecto a familias que no quisieran que se le aplicara dicho tratamiento pero sí la oración (y casos así hoy en día hay muchísimos).
- Como es obvio, si alguno de los grupos de enfermos comienza a curarse espontáneamente con una variación estadística anormal respecto a los grupos de control y respecto a enfermos estándar que no están asignados a ningún grupo que recen por ellos, es que el Dios está actuando a través de las oraciones o actuaciones. Si eso ocurre en sólo uno de los grupos, y se puede repetir el estudio de forma independiente por otros investigadores, quedaría demostrada la existencia del Dios en cuestión.
También podría ocurrir que en todos los grupos incluido en los grupos de control, la gente se curara espontáneamente más que comparado con enfermos que no han recibido ninguna atención religiosa. Esto implicaría algo mucho más, no demostraría la existencia de un Dios pero sí de una fuerza espiritual común en todas las religiones. Quizás ninguna está en lo correcto pero hay algo más. Eso nos motivaría a seguir investigando para averiguar el origen de esta energía espiritual que parece que surge de las personas cuando éstas rezan.
También es posible realizar este estudio con los propios enfermos como rezadores, aunque estaría el problema de que muchos de ellos estarían demasiado enfermos para rezar. Como comenté al principio, el único inconveniente que veo al diseño del estudio es que quizás los creyentes de determinadas religiones se negasen a rezar por dioses que ellos consideren falsos. Es posible que esto implique un dilema moral para el individuo, aunque personalmente no creo que alguien se negara a hacerlo sabiendo que es por un objetivo tan noble como curar a un niño enfermo y al mismo tiempo demostrar la existencia de Dios.
¿Qué os parece? ¿Tenéis alguna sugerencia, añadido, o corrección que hacer? ¿Sería así posible demostrar la existencia de Dios, o todavía hay algo que resulte imposible para la ciencia?
1 comentario:
¿Todavía hay algo imposible para la ciencia?
¿No te parece un poco presuntuoso?
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