30 diciembre 2003

¿Leonardo?

¿A qué vendrá? Se preguntan algunos... Bueno, de hecho lo hicieron. Y dije que lo explicaría aquí mismo. Lo que para la mayoría de la gente es un gran pintor, científico, escultor, ingeniero y arquitecto, o el prototipo del hombre del renacimiento, para mí es sencillamente el ideal de persona a alcanzar. Y es que salta a la vista una característica de esta gran persona: la variedad de disciplinas de las que era un perfecto dominador. La gran cantidad de ramas del conocimiento que había tratado de abarcar, con éxito en prácticamente todas ellas. Y más mérito aún posee cuando se tiene en cuenta la época en que vivió y se educó, época en que aunque, como el mismo nombre indica, renacimiento, estaban empezando a florecer nuevas artes y ciencias, aún pocas estaban madurando realmente. Hoy en día, con todo el conocimiento a nuestro alcance con un simple click de ratón o un paseo a la biblioteca municipal de la gran ciudad más cercana. La de Sevilla tiene su justa fama a pesar de haber cometido el grave pecado de no haber ido nunca (fui una sola vez, pero ya era tarde para sacar libros, parece que mi vida está abocada a aquello que se pueda hacer de noche).
Pero... ¿Es alcanzable este objetivo, es una utopía, o vale la pena quedarse a mitad del camino?
Para mí las tres son correctas... parece una paradoja ¿no? Es una utopía hoy en día más que hace mucho tiempo, ya que da la impresion de que "todo está descubierto" y no hay nada nuevo que aportar... los científicos son más numerosos hoy en día, pero es la salida laboral más dificil del siglo XX... Eso en sí mismo ya es una paradoja ¿Cómo no iba a serlo también mi propuesta?
Y ¿Vale la pena quedarse a mitad de camino? He oído tantas veces y con tanta rabia el refrán de "quien mucho abarca poco aprieta" que no deseo más que borrarlo del refranero popular español (y del de todos los idiomas si cabe). Al menos, por el uso que se le suele dar. Basándome en el obvio hecho de que sólo poseemos una vida, y que si tenemos más (respetando cualquier creencia por muy absurda que parezca) no las recordaremos con suficiente claridad para mantener todo lo aprendido, tengo muy claro que es una vida a aprovechar. Y mi concepto de "aprovechar" una vida no se basa en el básico "nacimiento, crecimiento, reproducción y muerte" con el que el 90% del mundo se resigna. Deseo intensamente abarcarlo todo, conocerlo todo, llegar al máximo número de conocimientos del, planeta, del universo y del más allá que se pueda tener. Y eso en la única vida que poseo. Sé que es necesario que para lograr este objetivo hace falta llegar lejos en la vida, y voy a tratarlo de hacer con una de las profesiones que más me han gustado entre todas las posibles con mediana o alta salida profesiona, la fisioterapia, pero no será mi prioridad aunque sea mi única formación real no autodidacta que voy a completar en breve plazo. Ser un autodidacta, otra característica de Leonardo, aunque también alumno de varios maestros a lo largo de su vida, es otra de las que más admiro en un ser humano. Es algo que nos diferencia tanto a todos y cada uno de nosotros, y nos da tanta personalidad a todo aquel que sorprende con un escaso currículum de estudiante de bellas artes recién salido hablando de química como quien hablara de la fabricación del chupa-chups..., es algo sorprendente para mí a pesar de que en cierto modo también me ocurre.
Y al fin y al cabo ¿quién quiere morir quedándose sin haber llegado nunca a saber qué eran los fullerenos? ¿O cómo se logró llegar a la Luna? ¿O cómo se fabrican los parlanchines robots? ¿O sin haber escrito ninguna novela? ¿Basta saber que llegó a ser un buen médico, dedicado toda su vida a la medicina y llegando lejos en ella, incluso apareciendo su nombre en las enciclopedias?
Eso es una decisión personal, y ésta es la mía.

1 comentario:

Giordano dijo...

Totalmente de acuerdo